martes, 16 de julio de 2013

Conozcamos mas de nuestra Tortuga del Chaco

Se adapta perfectamente a las condiciones de vida en las zonas secas del Chaco, lo cual está reflejado en todo su cuerpo:

Su color es relativamente claro, lo que la protege de sobrecalentarse por la fuerte radiación del sol.

Sus patas son gruesas y de grandes escamas, que la hacen capaz de cavar sus escondites subterráneos entre los sistemas radiculares de los árboles. Para esta tarea la ayuda su caparazón, que es muy poco curvado y menos alto en comparación con otras tortugas terrestres.
En estos refugios perdura durante los tiempos desfavorables, que pueden ser los periodos de calor y sequía, durante el verano, pero también el frío del invierno, que la tortuga pasa mayormente durmiendo.

En el bosque seco, una lluvia es un evento muy apreciado para todos los animales, pues supone refrescamiento, pero es más importante aun para los predominantemente vegetarianos, como las tortugas, por las hierbas y hojas frescas.

En una caverna, cavada por las mismas tortugas, ellas ponen generalmente dos huevos blancos, los que son incubados gracias al calor del suelo. Dado que el cuidado materno se restringe únicamente a la búsqueda del lugar para el nido, lo realiza con mucho cuidado. Después de permanecer aproximadamente un año bajo el suelo, generalmente después de una copiosa lluvia que ablanda el suelo, los huevos eclosionan para permitir la salida de las pequeñas tortugas.

La duración de la incubación no está definida, ya que depende en gran parte de las condiciones meteorológicas. En la mayoría de los casos, las dos crías salen el nido después de diferentes precipitaciones, como estrategia para aumentar la probabilidad de supervivencia de la especie. En caso de que la salida suceda en un periodo de sequía y la tortuga recién nacida no encuentre condiciones adecuadas, que resultan en su muerte, posiblemente la otra encuentre mejores circunstancias.


fuente: Paraguay salvaje.