jueves, 7 de mayo de 2009

Enfermedades más comunes en las tortugas

Enfermedades respiratorias

El resfriado o mucosidad es una infección del aparato respiratorio que puede tener diversas causas. Puede afectar a cualquier especie, pero son especialmente sensibles a esta infección algunas como la Geochelone Pardalis (tortuga leopardo) o la Testudo Graeca Graeca. Puede ocurrir en cualquier época del año, es difícil de detectar en las primeras fases de la infección, y las tortugas afectadas suelen recaer, a pesar de someterlas a tratamiento. Si un animal ha sido infectado, puede, y de hecho lo hace con frecuencia, convertirse en un transmisor de la infección. Aún no mostrando ningún síntoma, puede infectar a cualquier tortuga que esté en contacto con ella. Es más común cuando se tienen muchas tortugas juntas, y además de distintas especies, y puede extenderse extraordinariamente rápido si no se toma una medida de prevención. Si el resfriado no se atiende, puede convertirse en neumonía aguda o crónica. Hay diversos factores que pueden incrementar las posibilidades de que una tortuga desarrolle una infección del aparato respiratorio: un entorno polvoriento (el polvo puede irritar las membranas que provocan la mucosidad), cuerpos extraños alojados en la nariz, humedad o temperatura inadecuadas, falta de luz solar, que las tortugas permanezcan en una zona con hierba húmeda (césped), sin acceso a arena, masificación, malnutrición y estrés.

Prevención

Una dieta equilibrada es la base fundamental para mantener la tortuga en buenas condiciones; a las tortugas les encanta, al igual que a los humanos, la "comida basura". Si se les alimenta de forma continua con la típica comida que siempre está a mano en una cocina (lechuga, tomate....), se les hace mucho daño, a pesar de que aparentemente disfruten comiéndolo. Durante los años el daño aumenta sin ser detectado. La tortuga puede estar tomando el sol, comiendo, durmiendo, aparentando estar sana, cuando en realidad su salud se está deteriorando, hasta llegar a un punto en que las cosas empiezan a empeorar de forma radical. Esta tortuga tiene más posibilidades de morir cuando enferma que otra que tiene la posibilidad de alimentarse de "comida natural" (p.ej.hierbas silvestres). Esta otra tortuga tiene unos músculos fuertes, y tiene un aporte de vitaminas suficiente para asegurar que su sistema inmunodefensivo la proteja del ataque de agentes causantes de enfermedad.Una tortuga que está mal nutrida no tiene esa protección contra enfermedades, no le quedan defensas para hacer frente a "agentes invasores", y normalmente se verá afectada por cualquier infección por poco importante que esta sea.
Hay que tener especial cuidado al incorporar una nueva tortuga a la "colección". Un período de cuarentena y observación mínimo puede ser de 6 meses, ya que la tortuga puede estar afectada por alguna enfermedad (aunque no muestre síntomas de ello), y ser por tanto un agente de contagio.
Otro aspecto importante es evitarle a la tortuga el estrés; perros u otros animales que molesten a la tortuga, excesivo número de tortugas juntas, agresión de otras tortugas....
El estrés produce cambios bioquímicos en el animal, entre ellos la producción de esteroides que por períodos suprimen el sistema inmunodefensivo. Los animales afectados por el estrés tienen más probabilidades de sucumbir ante alguna infección que los que no están afectados. El estrés es casi imposible de detectar hasta que es demasiado tarde, y puede afectar a la salud general del animal en el largo plazo.

Hay que evitar los refugios en zonas húmedas, y proporcionar a la tortuga un lugar seco y abrigado para que pase la noche.

El aspecto más importante para prevenir el resfriado es no permitir el contacto entre animales de diferentes especies. Animales de diferentes áreas tienen diferentes formas de defenderse de agentes patógenos; un organismo que puede ser inofensivo para una especie puede ser letal para otra.

Tratamiento

Si lo peor ha ocurrido, y una tortuga "se ha resfriado", ¿qué se puede hacer?

Primero hay que comprobar que no haya alojado en las fosas nasales ningún cuerpo extraño como una semilla de alguna hierba, un trozo de planta...Si se encuentra alguna debe ser retirada de forma inmediata y la zona desinfectada con unas gotas como se describe más adelante.

Si el cuerpo extraño no es el culpable, debe tomarse una muestra de la mucosidad en algodón esterilizado y llevarla a un veterinario para que la analice. El resultado de este análisis dirá qué organismo es el causante de la infección, y qué antibiótico resultará efectivo contra él. Esto es lo más importante, ya que es imposible que un solo antibiótico funcione contra todos los microbios.

La mayoría de las infecciones en los reptiles están causadas por lo que se conoce como "organismos gram-negativos" ("gram-negative" en inglés), y el saber esto facilita al veterinario la tarea de encontrar un tratamiento que funcione.

Así, si no se puede realizar un análisis, o mientras se espera el resultado de los análisis, se puede comenzar el tratamiento con un antibiótico efectivo contra los organismos gram-negativos.

En infecciones leves, el tratamiento consiste en gotas de antibiótico administradas en las fosas nasales una vez al día.

Los antibióticos más usados son Oxytetracycline (Terramycin), Tylosin, y, especialmente, Enrofloxacin(Baytril).

Primeramente hay que limpiar la nariz del animal con una toallita de papel de usar y tirar para retirar el máximo de mucosidad posible. Después se introduce una vez al día una gota de antibiótico en cada orificio de la nariz, usando para ello una jeringuilla, mientras se mantiene a la tortuga en posición vertical para asegurarse de que la medicina llega hasta el fondo de la
cavidad nasal.

El tratamiento es preferible realizarlo a lo largo de la tarde antes de que el animal se retire para dormir. Si el tiempo está húmedo o frío, es preferible mantener la tortuga en una caja dentro de casa, en un lugar seco y cálido. Casos graves requieren que se mantenga a la tortuga caliente (p.ej. mediante una placa térmica) mientras dura el tratamiento. El tratamiento hay que continuarlo durante una o dos semanas a partir de que los síntomas han desaparecido para evitar recaídas.

Respecto al uso de antibióticos, hay que tener en cuenta que algunas tortugas (las leopardo en particular) pueden se alérgicas al Baytril. Los efectos más comunes de la alergia son el vómito y/o espuma en la nariz y boca. Por supuesto, si el resultado del análisis muestra que hay que usar otro antibiótico, hay que suspender inmediatamente con el "tratamiento de urgencia". Nunca debe usarse cortisona, puesto que suspende el sistema inmunodefensivo de un ya de por sí débil animal.

Aunque el tratamiento funcione, hay que recordar que las condiciones que causaron inicialmente la infección (estrés, malnutrición..) pueden persistir, y hay que corregirlas para evitar recaídas.
Puede suceder que el tratamiento no surja efectos, ya que hay infecciones complicadas; puede haber más de un organismo implicado, o puede tratarse de una neumonía crónica. Puede haber diferentes razones, y cualquiera que sea la causa hay que actuar rápidamente.

Hay que consultar al veterinario, pues puede ser necesario proceder a inyectar antibióticos.
Estas inyecciones suelen ser administradas cada 48-72 horas, porque el proceso
metabólico es lento, y la medicina puede acumularse en el organismo de la tortuga hasta alcanzar niveles tóxicos.

Es muy importante mantener al animal a una temperatura elevada durante el tratamiento, porque esto acelera el metabolismo y la asimilación de la medicina y además estimula el sistema defensivo. La temperatura normalmente recomendada está entre 28º-30º.

Es así mismo muy importante la hidratación del animal; si la tortuga no bebe, se le puede suministrar fluidos (p.ej. suero) mediante inyección subcutánea. Algunas medicinas afectan el sistema renal, y pueden producirse fallos renales si la hidratación no se mantiene. Dependiendo de la droga usada, se requieren entre 5-10 inyecciones.

Cuando se usan medicinas nefrotóxicas (que dañan el sistema renal) estas suelen inyectarse en los miembros delanteros, puesto que de hacerlo en los traseros el riñón podría verse dañado. Con otras medicinas pueden usarse también los miembros traseros.

Como resumen, el "resfriado" en una tortuga no debe compararse con el resfriado en una persona, y pensar que se curará con el tiempo. El tratamiento es esencial, lo antes posible.

Mientras más tiempo se deje pasar, peor, y si no se actúa rápido la tortuga puede morir.
Hay que inspeccionar periódicamente la nariz, y a la primera muestra de mucosidad, hablar con un experto.


Estreñimiento

Remoja la tortuga en un baño de agua templada durante 30 minutos, con el agua cubriendo el plastrón (parte de debajo de la concha). Si no funciona, consulta al veterinario.

Esta dolencia está producida con toda seguridad por una dieta inadecuada. Se debe aumentar considerablemente el aporte de fibra.

Pueden usarse laxantes (consultar veterinario); raíces de "diente de león" también pueden ayudar.

Diarrea

Añade alfalfa a la dieta y dale comida menos hidratada. Un exceso de fruta, o la alimentación exclusiva con lechuga pueden ser las causas.

Usa sólo medicinas si aparece alguna infección.

Si las heces huelen muy mal, hay que informar al veterinario, aportando muestra por si existiesen lombrices.


Vómitos

Pueden indicar una infección grave de lombrices. Consultar Con El Veterinario (CCEV).

Abscesos

Son especialmente comunes, especialmente en las orejas.

CCEV a la primera señal de una hinchazón anormal. Abscesos pueden ser consecuencia de pequeños mordiscos o heridas, producidas p.ej. al clavarse una espina.

El tratamiento no puede consistir solamente en antibióticos, sino que el absceso debe ser drenado físicamente, eliminando la materia muerta quirúrgicamente y dejando que la herida se drene sin aplicar puntos de sutura. Importante el seguimiento post-operatorio.