jueves, 6 de mayo de 2010

¿Es o no es una mascota?

Los expertos del bioparque Temaiken nos cuentan qué animales conviene tener en casa y cuáles no. Por qué "manso" no es necesariamente sinónimo de doméstico. Tráfico y especies en peligro.

Se dice que el perro es el mejor amigo del hombre pero, ¿qué es lo que lo hace ser nuestra mejor compañía? Los gatos, los perros, son animales que están muy habituados a convivir con los seres humanos, al punto tal que, luego de miles de años, sus características genéticas se van modificando poco a poco para su propio beneficio. Éstos, como el caballo, la oveja, el cerdo o el canario son animales domésticos y se caracterizan por las conductas y modificaciones genéticas son transmitidas a su descendencia. Por ejemplo, la vaca con sus grandes mamas produce leche para más de un ternero y favorece la producción láctea o todas las razas de perros, uno de los primeros animales domesticados, que ayudan al hombre en el manejo de las ovejas, la caza, la defensa o, incluso, lo alegran con su compañía.

Existen otros que no están domesticados, sino que son animales mansos. Amansar significa lograr que un animal silvestre disminuya su tendencia a escapar y a agredir al hombre. La diferencia con la domesticación radica en que el amansamiento ocurre a nivel del individuo y en relación con su experiencia de vida, sin transmitir esas conductas a las generaciones futuras.

Actualmente, ingresaron como animales de compañía las llamadas “mascotas no tradicionales”, nacidas y criadas en cautiverio y que están en proceso de domesticación. Por ejemplo, algunas aves como calafates, diamantes o cotorritas australianas; reptiles como pitones bola o culebra del maizal; y peces como los lebistes, escalares, betas, etc. En este tipo de mascotas el hombre produjo modificaciones genéticas que originaron, entre otros cambios, colores distintos a los naturales de la especie. Además, esto hace que resulte imposible reinsertarlos en su ambiente original, ya que serían rápidamente predados o morirían de hambre.

Por eso, aquellas personas que poseen mascotas no tradicionales requieren de un amplio conocimiento previo para adoptarlas. Entre otras cosas, se debe prestar atención a los accesorios necesarios para la crianza, la generación de un ambiente propicio y el tipo de alimentación requerida para su completo bienestar.

Por otro lado, se encuentran los animales silvestres, aquellos que no pueden ni deben ser considerados mascotas, ya que las condiciones de vida que les podemos brindar en nuestras casas no son las indicadas u óptimas para su desarrollo adecuado. Es así que erróneamente se cree que las tortugas de tierra son mascotas, asociado a su comportamiento no agresivo. Pero, lamentablemente, los resultados de tener estos animales como mascotas no son buenos: muchos de ellos terminan muriendo pisadas por autos, mordidas por perros, heridas por cortadoras de césped. En el mejor de los casos, llegan a vivir diez años en cautiverio cuando, de otra manera, podrían haber vivido al menos cuarenta, lo cual generó que hoy las tortugas se encuentren en serio riesgo de extinción.

Muchos reptiles, mamíferos, aves y arácnidos son capturados para ingresar a este mercado ilegal de mascotas. Son muy pocos los ejemplares que llegan finalmente a ser comercializados, ya que mueren en el camino.

La Argentina prohíbe el comercio de las especies silvestres para ser utilizadas como mascotas. Debemos ser nosotros los que a través del conocimiento y la educación demos a conocer esta problemática y no fomentemos este comercio ilegal adquiriendo estos animales como mascotas. De esta manera podremos contribuir con la conservación de las especies.